La deposición de níquel se utiliza actualmente en muchas aplicaciones y por varios motivos. En primer lugar, el níquel proporciona una apariencia decorativa debido a su capacidad para cubrir imperfecciones en el metal base (nivelación). Los depósitos de níquel se pueden hacer brillantes, y cuando se cubren con una fina capa de cromo decorativo, mantendrán su brillo inicial incluso en condiciones severas. Cuando se aplican varias capas de níquel, también se puede lograr una excelente protección contra el proceso de corrosión. Esto requiere depositar dos o más tipos diferentes de níquel (níquel semi-brillante y brillante en el caso de dos capas de níquel, y en ocasiones también níquel de alto potencial y partículas en el caso de más de dos capas de níquel).
Los depósitos de níquel también ofrecen más resistencia al desgaste que los metales más blandos como el cobre o el zinc, y, en consecuencia, pueden utilizarse recubrimientos precisos de níquel cuando se necesite más resistencia al desgaste. Debido a que el níquel metal es magnético, a veces se puede depositar cuando se requiere un depósito con la capacidad de magnetizarse. Por último, el níquel puede depositarse con poco o ningún estrés y puede utilizarse entonces para electro formado o para aplicaciones aeroespaciales, dónde el estrés debe mantenerse al mínimo.
El niquelado brillante o satinado, usado solo o con otros depósitos de níquel, se usa ampliamente en aplicaciones para la industria del automóvil, como ruedas, molduras brillantes, escapes de camiones, parachoques y restauraciones. También se utilizan una o más capas de níquel en el sector de las motocicletas, bicicletas o herramientas manuales.
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