El sector aeronáutico está inmerso en constantes investigaciones para optimizar el rendimiento de las aeronaves, lo que repercute en una disminución del consumo de combustible, y más importante aún, una reducción en las emisiones de CO2 a la atmósfera. Actualmente, se estima que el sector aeronáutico consume a nivel mundial unos 215.000 millones de litros de combustible, siendo responsable de aproximadamente el 2 % de las emisiones de gas de efecto invernadero.
AEROSURF tiene como objetivo aumentar el rendimiento energético en vuelo, y reducir los efectos contaminantes de un avión, mediante el desarrollo de nuevos recubrimientos resistentes a la contaminación superficial, basados en tratamientos omnifóbicos. Estos recubrimientos se aplican en el borde de ataque y la superficie del ala de un avión para reducir o eliminar la adhesión de residuos de insectos colisionados durante el vuelo. Estos residuos alteran la geometría superficial del elemento, perjudicando su aerodinamismo y causando una pérdida de eficacia y un aumento de consumo de energía, de la contaminación asociada, y una reducción de la autonomía de vuelo del aparato. Además, estos tratamientos omnifóbicos pueden servir para reducir la adhesión de hielo en las alas de los aviones, reduciendo ese factor de riesgo y aumentando la seguridad.
En este proyecto el consorcio de empresas está liderado por Titania Ensayos y Proyectos Industriales, y con la participación de Chemplate Materials, Microstest y Tecnitest Ingenieros. Se desarrolla en colaboración con centros I+D y tecnológicos, además de universidades, como por ejemplos CIDETEC Surface Engineering.
Este proyecto cuenta con financiación de CDTI en forma de ayuda de los Fondos Next Generation para el sector aeronáutico.